En el marco de los «Diálogos de Arquitectura y Gastronomía» del Instituto Silestone, Cosentino ha organizado una nueva sesión en la Escuela de Hostelería de Sevilla. El chef Diego Guerrero, el arquitecto Víctor Moreno, fundador de TrueTalk Tecnificación Inmobiliaria y el VP de Marketing y Comunicación de Cosentino Santiago Alfonso han sido los invitados en esta ocasión. La charla ha estado moderada por la periodista de Canal Sur TV Inés Romero.
Para Víctor Moreno, gastronomía y arquitectura van de la mano porque ambas disciplinas necesitan el “punto justo de sal”, el equilibro, para que tanto los platos como los espacios tengan la buena proporción, sin ser excesivos. Según el arquitecto, “en la cocina los chefs trabajan con el placer y los arquitectos trabajan con la ilusión”
DSTAgE y Dspeakeasy: dos espacios de restaurante muy personales
Para Diego Guerrero, quien explica que se hizo cocinero por rebeldía, DSTAgE y Dspeakeasy son proyectos muy personales. El chef concibe sus proyectos como lugares de destino donde la gente va a verle y a conocer su cocina. En DSTAgE es un proyecto tan propio que todo el interiorismo del local se llevó a cabo internamente sin la ayuda de un arquitecto o interiorista. En este sentido, Santiago Alfonso explica que Diego y su equipo tenían muy claro desde el principio los colores, texturas y formatos de las superficies que querían instalar en cada estancia.
Innovación y sostenibilidad, mucho más que un must have
Para Víctor Moreno, “la innovación está en la mirada y no tanto en la tecnología”. El arquitecto aboga por el empoderamiento en la edificación. En salir de lo convencional y abordar los problemas desde otro punto de vista. Para él la arquitectura está recuperando el valor de lo auténtico. Según indica el arquitecto, Suiza, Japón y España son los países donde los arquitectos desarrollan más funciones.
En cuanto a la sostenibilidad, según Diego Guerrero, un factor a tener en cuenta en un restaurante es ver como cambiamos la cultura y las costumbres y los adaptamos a la legislación vigente. En este sentido, combinar horarios de apertura con los tiempos de trabajo del personal, la comodidad de los vecinos…, no es nada fácil. Tampoco es fácil evitar la utilización de materiales que no sean contaminantes –plásticos, por ejemplo-. “No es imposible. Hay una gran conciencia de cambio” indica el chef.
Para Santiago Alfonso, “la encimera de la cocina es el hub de toda la casa” desde donde, muy pronto, se gestionarán los aparatos y electrodomésticos de la vivienda. En esta línea, Cosentino está investigando dos colores de efecto traslúcido que podrían convertir la encimera en una pantalla. También está trabajando, en colaboración con la universidad, en conseguir que se pueda cocinar en toda la superficie de la encimera. Asimismo, el departamento de I+D+I de Cosentino está desarrollando superficies más versátiles, más higiénicas y poco absorbentes.