Barcelona, 31 de marzo de 2020.- Durante los periodos de confinamiento de cualquier naturaleza se hace necesario implantar unas correctas actuaciones de gestión de alimentos que tengan como objetivo alargar la disponibilidad de productos sin que la cantidad almacenada motive un mayor despilfarro de alimentos. Sin duda, estos días manejaremos mayor cantidad de alimentos teniendo en cuenta que probablemente multiplicaremos número de comidas y comensales, intentando además distanciar las salidas a la compra.
Por otra parte, la especial circunstancia sanitaria en la que nos encontramos nos obliga a extremar las condiciones de seguridad e higiene también en los lugares de compra con el objeto de prevenir posibles infecciones.
Planificar la compra
- Programar los menús con suficiente antelación, realizando a continuación una detallada lista de la compra.
- Si no disponemos de una despensa crear un fondo con alimentos de larga duración como legumbres secas, pasta y arroz, pero también, botes de conservas o leche en polvo… pero sin caer nunca en el acaparamiento.
En el supermercado
- Acudir al centro evitando horas punta e intentando mantener una distancia de seguridad de al menos un metro con los demás clientes. Desde luego no acudir si tenemos algún síntoma que nos haga sospechar de que estamos contagiados.
- Llevar nuestras propias bolsas de la compra evitando utilizar carritos y cestas del supermercado.
- No hablar encima de los alimentos (¡y por supuesto toser o estornudar!), éstos no los reproducen, pero podrían convertirse en soporte material del virus.
- No tocar los alimentos sin guantes de usar y tirar. Utilizar preferiblemente bolsitas de tela propias.
- Hacer la compra habitual incluyendo productos frescos. Los congelados tanto, industriales como realizados en casa en condiciones de higiene, son una excelente opción en estos casos.
- Pagar con tarjeta mejor que en metálico para evitar tocar billetes y monedas.
En casa
- Una
vez en casa depositar las bolsas en el suelo, lavarnos las manos y colocar los
alimentos en su lugar de conservación, poniendo los más antiguos delante.
Aprovechar para revisar las fechas de caducidad o consumo preferente.
- Lavar las bolsas utilizadas en la lavadora en un programa de agua caliente.
- A la hora de cocinar, respetar las habituales prácticas de buena manipulación de alimentos.
- Echar mano de las tradicionales recetas de aprovechamiento para evitar a toda costa el despilfarro alimentario.