Consejos para prevenir toxiinfecciones alimentarias en verano  

07 de junio, Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos

  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) más de 200 enfermedades son causadas por el consumo de alimentos no inocuos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas. (Dato a fecha de 2021)
  • Una correcta conservación y manipulación de alimentos contribuye a mantenernos sanos y evitar toxiinfecciones alimentarias, sobre todo en verano, época en que los virus y bacterias encuentran la temperatura ideal para multiplicarse.
  • En base a los datos del informe de la FAO “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021”: se estima que un total de 2.370 millones de personas en el mundo experimentan algún nivel de inseguridad alimentaria.

En la semana del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2022, es importante conocer cuáles son los riesgos alimenticios más usuales en la temporada de calor y cuáles son las medidas necesarias para una buena y correcta conservación y cocción de los alimentos con el fin de evitar toxiinfecciones alimentarias causadas por virus y bacterias tóxicas.

Por tanto, es importante contribuir a garantizar la Seguridad Alimentaria en todo el proceso de la cadena alimentaria desde la cosecha hasta la mesa: procesamiento, almacenamiento, distribución, compra, preparación y consumo (tanto en casa como fuera).

Una mala conservación y manipulación de los alimentos que ingerimos podría propiciar la proliferación de bacterias patógenas que, a su vez, nos pueden ocasionar algún disgusto.

Por esto, para cuidar nuestra salud, es importante no solo una correcta manipulación, preparación y consumo de los alimentos, sino también contar con materiales y superficies higiénicas que nos ayuden a evitar los trastornos alimentarios propiciados por las altas temperaturas de la temporada estival que se aproxima.

Las bacterias nocivas de los alimentos crudos o poco cocidos y de bebidas contaminadas son la causa más común de los trastornos alimentarios:

Estos trastornos alimentarios pueden originar enfermedades como la Salmonelosis o la infección por E. coli.  Este tipo de patologías causan síntomas que van desde un simple malestar de estómago hasta problemas más graves como diarrea, fiebre, vómitos, calambres abdominales y deshidratación. Las personas más susceptibles a estas enfermedades son los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos y los individuos con el sistema inmunitario debilitado.

Es fundamental prestar atención a la correcta conservación y cocción de los alimentos con el fin de que sean seguros y evitar de este modo las enfermedades debidas a la contaminación alimentaria.

El Instituto Silestone recomienda 10 consejos para garantizar una alimentación segura y evitar toxiinfecciones alimentarias:

  1. Al comprar el producto, examinar el aspecto externo del producto fijándonos en su etiqueta, la información de sus ingredientes, condiciones de conservación y fecha de caducidad.
  2. No romper nunca la cadena del frío puesto que a temperatura ambiente las bacterias se multiplican. Conservar los alimentos que requieran frío en neveras con bolsas refrigerantes o cubitos protegidos para que no gotee agua y colocarlos en el lugar más fresco posible.
  3. Cocinar los alimentos mediante tratamientos prolongados a altas temperaturas (fritura, horno, guiso, etc.) puesto que son los métodos de higienización más eficaces.
  4. Limpiar los utensilios y las superficies cada vez que se manipule un alimento diferente, recordando, además, que las manos del manipulador son un utensilio más que debemos higienizar.
  5. Preparar las ensaladas a base de vegetales crudos y embutidos en el último momento, habiéndolos lavado bien en casa (el lugar más higiénico para hacerlo).
  6. Cocinar la tortilla con antelación para poderla enfriar y que cuaje bien el huevo.
  7. Evitar las salsas que contengan huevo (si son comerciales, se deben consumir en un espacio breve de tiempo para evitar recontaminaciones).
  8. Conservar en frío hasta el último momento los lácteos y postres hechos con huevo.
  9. En la nevera, separar los productos crudos de los cocinados para evitar la posible transmisión de microorganismos mediante la contaminación cruzada. No mezclar los utensilios y recipientes que utilicemos para unos y otros.
  10. Elegir encimeras de composición no porosa que facilitan la limpieza y desinfección, protegen frente a las manchas y evitan posibles filtraciones que podrían ser foco de contaminación. Además, las superficies duras y resistentes al rayado evitan la creación de grietas o fisuras que podrían dar lugar a la proliferación de colonias microbianas.