Diseño Biofílico, una propuesta más allá de lo estético

Transformando espacios urbanos en entornos saludables y sostenibles

El diseño biofílico es una propuesta que, más allá de ser un simple estilo o tendencia, corresponde a una forma de entender el desarrollo arquitectónico hacia un futuro más sostenible y consciente

  • Su objetivo final es reconectar a las personas con su entorno a través de introducir elementos de la naturaleza, tanto visuales como no visuales, en la concepción de edificios e interiores.
  • Es especialmente útil en las ciudades donde las personas pasan la mayor parte del tiempo en espacios cerrados y a menudo pierden el contacto con los espacios naturales.

Un concepto relativamente nuevo para una atracción ancestral

La biofília es un concepto desarrollado a finales del siglo pasado describiéndose como “el impulso de asociación que sentimos hacia otras formas de vida”. Se trata de una afinidad innata, ancestral y universal que revela el profundo vínculo que nos une a la naturaleza.

El desarrollo cada vez mayor de las ciudades ha propiciado que la desconexión hombre- naturaleza sea cada vez más profunda provocando serias discordancias con un entorno muy diferente al que hemos evolucionado como especie, con un impacto potencialmente negativo en la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas.

Para contrarrestar este efecto el diseño biofílico incorpora elementos naturales a proyectos de arquitectura y diseño de interiores, desarrollando una propuesta que va mucho más allá de introducir plantas y espacios verdes.

Si bien podría parecer una corriente nueva, la presencia de elementos naturales en entornos cada vez más dominados por objetos de fabricación humana es una constante en la historia de la humanidad.

Diseño biofílico y bienestar

Múltiples estudios muestran una correlación entre el contacto con la naturaleza, tanto en entornos al aire libre como en interiores, y una mejor salud y bienestar. Estas investigaciones a menudo se centran en el impacto de los entornos visuales naturales como factor beneficioso en la salud física y mental, por ejemplo, a la hora de reducir el estrés.

Uno de los elementos recurrentes es la belleza como estimulo visual placentero para la mente, ya que, aun tratándose de un valor subjetivo, la mayoría de las personas independientemente de su origen y cultura, encuentran en la naturaleza estímulos estéticos especialmente bellos: una puesta de sol, el vuelo de una bandada de pájaros o un gran bosque son imágenes que habitualmente se relacionan con experiencias agradables.

De hecho, parece probado que la simple presencia de plantas en los entornos interiores puede tener efectos positivos en el rendimiento, la salud y el bienestar de los individuos.

Sin embargo, esta forma de entender el diseño y la arquitectura va mucho más allá de incluir plantas en nuestras casas u oficinas, ya que existen otros recursos determinantes que se pueden utilizar para establecer esa conexión entre el interior y la naturaleza.

Así, el diseño biofílico introduce elementos que apelan a todos nuestros sentidos: vista, pero también olfato, oído y tacto… Para disfrutar de sonidos relajantes, olores frescos, en espacios abiertos que ofrezcan una conexión visual con la naturaleza.

Espacios para vivir y trabajar afines al diseño biofílico

Estos son los 10 principales puntos a la hora de reconectar un entorno artificial con la naturaleza a través del diseño biofílico:

  1. Conexión visual con la naturaleza: procurar vistas al exterior, especialmente si se observan entornos naturales como jardines, bosques, montañas o zonas de agua. Además, resulta muy conveniente diseñar espacios para la contemplación y el descanso como patios, terrazas o balcones.
  2. Integración de vegetación: plantas y jardines interiores no solo purifican el aire, sino que también añaden un toque de frescura, fragancia y vitalidad a las estancias. Son especialmente interesantes los jardines verticales y terrarios que conectan el interior y el exterior, creando una continuidad a través del diseño y la arquitectura.
  3. Maximizar la luz natural: los grandes ventanales y tragaluces permiten la entrada abundante de luz solar, mejorando la iluminación interior y regulando los ciclos naturales de los habitantes de la casa. La Iluminación atmosférica deberá recrear un ambiente cálido y relajante, permitiendo a los residentes ajustar la luz según sus necesidades y estados de ánimo.
  4. Materiales naturales y texturas: como madera, piedra, lana y otros elementos naturales en la construcción y el diseño interior de la casa para crear una sensación de calidez y conexión con la naturaleza, transmitiendo autenticidad a sus inquilinos. Las diferentes texturas suaves, ásperas, pulidas…, estimularán los sentidos creando una sensación de cobijo.
  5. Formas y patrones orgánicos: que referencien a las figuras o diseños de la naturaleza con formas curvas e imperfectas, tanto en edificios como en el mobiliario de interiores.
  6. Colores inspirados en la naturaleza: como los tonos tierra, ocres y terracotas, pero también vibrantes como el azul cobalto y el verde esmeralda que añaden dinamismo y energía al espacio dependiendo de las estancias.
  7. Calidad del aire: la distribución de los espacios debe facilitar la circulación de aire natural aprovechando las corrientes naturales para mantener un ambiente saludable. Temperatura o humedad son elementos sutiles que no vemos, pero sentimos.
  8. Presencia de agua: sonido relajante y ambiente fresco, el agua puede actuar como un bálsamo evocando a la naturaleza. Incorporar elementos acuáticos como fuentes, estanques o pequeñas cascadas para crear un ambiente único y dinámico.
  9. Recrear los sistemas y procesos naturales: Flexibilidad y adaptación diseñando espacios versátiles que puedan satisfacer las necesidades cambiantes de los residentes dependiendo de las épocas del año, permitiendo la integración de elementos naturales y la modificación del entorno según las preferencias individuales. La naturaleza tiene orden dentro del caos y saber recrearlo es fundamental para poder reconstruir el ambiente.
  10. Sostenibilidad: incorporar prácticas y tecnologías sostenibles en el diseño y la construcción de edificios como la eficiencia energética, la captura y reutilización del agua de lluvia o el uso de materiales reciclados minimiza el impacto ambiental y promueve un estilo de vida más respetuoso con el medio ambiente.