10 conceptos fundamentales para transmitir a tus hijos en la cocina
La cocina puede ser un espacio de diversión, aprendizaje y desarrollo de conocimiento para los más pequeños, fomentando además hábitos de conducta saludables para ellos, la sociedad y el medio ambiente.
El verano llega a su fin y con él, las vacaciones. Los niños regresan a la rutina escolar, el hogar vuelve a su ritmo cotidiano y la cocina recupera el protagonismo, convirtiéndose en ese lugar de encuentro familiar en el que suceden las cosas más interesantes.
Una ocasión para estar juntos y para compartir momentos, algunos muy especiales, que van más allá de cocinar. ¿Te has parado a pensar en la cantidad de ideas realmente importantes que los más pequeños pueden aprender en una cocina?
- El valor del conocimiento: cocinar es el medio no solo de adquirir valiosos conocimientos de manera práctica, la mejor forma de aprendizaje según los especialistas, sino de ser conscientes de su importancia en el mundo real. Matemáticas (mediciones y fracciones), ciencia (cambios de estado de la materia, reacciones físicas y químicas…), y geografía (descubriendo ingredientes de diferentes regiones y países) … son algunos ejemplos. Aprovecha su curiosidad para iniciarles en el gusto por el aprendizaje.
- Salud y autocuidado: La cocina es el lugar perfecto para enseñar a los niños a conocer los distintos tipos de alimentos y a llevar una alimentación saludable, una competencia que les acompañará siempre y les ayudará a mantenerse más sanos, cuidarse de manera activa y responsable y tener mejor calidad de vida.
- Cultura gastronómica: El recetario tradicional es un bien cultural de una comunidad que no podemos perder y la manera de protegerlo es transmitirlo de generación en generación fomentando también la creatividad y la imaginación en la cocina.
- Trabajo colaborativo: Cocinar en familia, además de promover la comunicación entre padres e hijos, desarrolla la empatía y fomenta el trabajo en equipo. Se trata de repartir las tareas para que todos colaboren en conseguir un objetivo común: la preparación de una deliciosa comida o de su postre favorito. Y después, celebrarlo.
- Sostenibilidad: a través de recetas apropiadas para cada época del año utilizando ingredientes de temporada. Incentiva el uso de alimentos de producción sostenible y de cercanía explicándoles a los niños las ventajas para la salud de las personas, las sociedades y el medio ambiente.
- Consumo responsable: aprender a gestionar los alimentos a la hora de comprar, conservar y cocinar, así como evitar su despilfarro es la mejor manera de ahorrar, pero sobre todo de enseñar el valor, más allá del económico, de los alimentos.
- Economía circular: muy relacionado con el punto anterior, la cocina es el mejor sitio para aprender no solo a reciclar sino también a reutilizar y reducir. Recuerda a tus hijos que los recursos son limitados y que no podemos malgastarlos. La economía circular también implica compartir, un valor muy importante que los más pequeños deben aprender.
- Solidaridad: mostrando tu apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. Aprovecha la cocina para desarrollar su lado más solidario colaborando, por ejemplo, con un banco de alimentos.
- Entornos seguros: la seguridad es un requisito indispensable en la cocina. Enseña a los niños sobre el manejo seguro de utensilios y electrodomésticos en la cocina, así como las precauciones al manipular objetos y alimentos calientes. Tarde o temprano se enfrentarán a ello y será mejor si están preparados.
- Y no olvides hablarles de la importancia de la limpieza e higiene de la cocina y de los alimentos: manipularlos de la forma correcta les ayudará a protegerse de las enfermades más comunes de transmisión alimentaria.
Salud, cultura, ciencia, empatía y trabajo en equipo, lucha contra el despilfarro, sostenibilidad, solidaridad y seguridad…. No dejes de aprovechar los ratos que paséis juntos para proporcionar a los más pequeños estas valiosas herramientas que les acompañarán toda la vida.