Con todo lo que hemos vivido estos últimos dos años nos damos cuenta de la importancia que es disfrutar de las pequeñas cosas, conectarse con uno mismo y buscar siempre nuestro bienestar emocional.
Pasamos cerca del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores. En este sentido, el hogar es nuestro refugio para relajarnos y conectarnos con nosotros mismos buscando estabilidad, equilibrio emocional y desconectando de los “ruidos” y preocupaciones externas de nuestro día a día.
La pandemia nos ha enseñado que podemos ser felices en nuestros hogares, disfrutando de las pequeñas cosas, y de nuestros espacios tanto solos como en compañía.
El hecho de quedarse en casa se ha convertido en una necesidad para cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Regalarnos un tiempo de desconexión y relajación para poder equilibrar nuestro estado emocional y físico contrarrestando la ansiedad y el estrés de la vida exterior.
No olvidemos que para lograr esta armonía y bienestar es necesario que nuestro hogar nos ayude a ello y por ese motivo, debemos intentar que sea confortable, esté siempre limpio, ordenado, con entradas de luz natural y bien iluminado, con plantas que permitan conectar con la naturaleza, y con una decoración y mobiliario sea de nuestro gusto y reconfortante.
4 tendencias de vida en el hogar para sentirte más a gusto:
- Nesting
Una tendencia que destaca la necesidad de disfrutar de nuestro hogar para bajar la ansiedad y conectarse con uno mismo.
Si bien es una tendencia que se volvió necesario en época de pandemia ahora parece que sigue en auge.
Quedarse en casa por placer y no por necesidad sino más bien para poder bajar el estrés, disfrutar del hogar, recuperar el sueño, conectar con uno mismo y pasar más tiempo con la familia o la pareja.
En la actualidad se recomienda poner en práctica el nesting como una actividad terapéutica que propicia el bienestar físico y mental.
- Wellbeing
Es un concepto ya conocido que incluye aquello que te hace bien a ti y, por ende, se extiende también a tu entorno. Y el hogar se convierte en ese centro de wellbeing tanto para conectar con nosotros mismos como para compartir con los demás. Hacer actividades que nos den placer y nos relajen de las prisas del día a día. Desde sentarnos en el sofá a leer un libro, juntarse con amigos para ver una serie o película en casa, practicar mindfulness en tu habitación o hasta darse un baño o ducha relajante, por ejemplo.
- Cocooning
Es un término que tiene su origen en los años 80 pero que sigue aplicando en la actualidad.
Una tendencia que alude a la acción de esconderse, refugiarse. Y qué mejor lugar que el hogar para tener ese sentimiento de refugio y de acogida. Un lugar en el cual podamos escaparnos de los problemas del exterior para refugiarnos en nosotros mismos, alejándonos de todo aquello que no nos hace bien y que nos desconecta de nuestras emociones.
La revolución digital ha ayudado mucho a que esta tendencia se siga implementando. El auge de las series de televisión, las apps de citas, la compra online, los videojuegos, las plataformas de streaming, etc. son algunas de las actividades que hacemos y disfrutamos hoy en día dentro de nuestro hogar.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cocooning es una tendencia que los psicólogos recomiendan sobre todo para aquellas personas que tienen una vida muy agitada y una necesidad constante de planificar actividades en todo momento.
Pero es una tendencia que no es recomendable para aquellas personas que sufren de soledad o que tienen una red de relaciones sociales insuficiente y puede provocar que se encierren mucho en ellos mismos y se alejan cada vez más de la vida exterior.
- Hygge
El término surgió de una palabra noruega que significa «bienestar» y se basa fundamentalmente en buscar la felicidad en las pequeñas cosas. Algunas de las prácticas que destaca Meik Wiking, uno de sus principales portavoces, son por ejemplo:
- Apagar las luces y encender las velas o la chimenea para generar un clima acogedor y placentero. Se recomienda, además, acompañar nuestras actividades en casa con una vela encendida que busque suavizar la energía.
- Apagar el móvil para disfrutar del aquí y el ahora y no estar pendiente de lo que pasa afuera, para poder conectarnos realmente con lo que sentimos, con nuestras emociones alejándonos de los “ruidos” del exterior que nos distraigan de nosotros mismos.