En Navidad también podemos ser sostenibles.

Consejos para conservar las comidas navideñas y evitar el despilfarro de alimentos

Se acerca Navidad y con ella el momento de disfrutar comiendo en familia. Debemos prestar atención a la forma de conservar los alimentos y evitar, de este modo, toxinfecciones alimentarias.

¿Cómo podemos conservar las sobras de Navidad?

En general, no es recomendable reutilizar ni congelar las sobras de las preparaciones caseras.

Estas Navidades no serán una excepción, además van a ser diferentes al no poder reunir a grupos numerosos. Podemos entonces aprovechar la ocasión y evitar cocinar en grandes cantidades para no desechar ni desperdiciar alimentos.

Como hemos visto recientemente, es preocupante la gran cantidad de alimentos que se desperdicia a nivel mundial: en Europa se estima que son casi 90 millones de toneladas al año.

Para evitar el despilfarro de alimentos en estas fiestas, aconsejamos no consumir las comidas preparadas con un margen de más de 48 horas.

Consejos para conservar de forma óptima los alimentos:

  • Guardar las sobras en contenedores distintos a los recipientes que se han utilizado para cocinar y taparlos herméticamente. Después envolverlos con papel de plástico de cocina y anotar la fecha de cocinado. No consumir elaboraciones que superen los tres días.
  • El recalentado se realizará a fuego lento hasta que el corazón de la elaboración esté caliente (partiendo de una temperatura de nevera). Siempre que a la elaboración no le afecte, podrá llegar a la ebullición.
  • Descartar los guisos que presenten síntomas sospechosos, color extraño, mal olor o textura más tierna de lo normal.
  • Para platos de consumo frío, introducir la ración en un recipiente limpio, cerrarlo herméticamente y conservarlo en el frigorífico. Sacarlo justo antes de volverlo a consumir. Una vez sacada la ración necesaria, volverlo a refrigerar.
  • Si se trata de preparaciones calientes: dejarlas enfriar previamente a temperatura ambiente no más de una hora (nunca introducir calientes en la nevera). Tapar inmediatamente después de manera hermética y guardar refrigerado.
  • Evitar elaboraciones a base de huevo, muy especialmente si es crudo (sin tratamiento térmico) como salsas mahonesas. De modo que, si no es posible, es mejor prescindir de estas salsas.
  • Optar siempre por productos estables e higienizados.
  • No consumir alimentos preparados con más de 48 horas de antelación o si tenemos alguna duda sobre su estado.

Disfrutemos de una Navidad con nuestros seres queridos siendo responsables con el cuidado de nuestra salud mediante una conservación adecuada de los alimentos, y cuidando del medio ambiente evitando el despilfarro.